Vengo de un monte dorado,
de donde nace una flor
y un ave con su candor
lleva un lenguaje callado.
En su luz se ha dibujado
cierta fragancia en el viento.
De un lado a otro, la siento
temblar de frío en las nubes
en que arropan los querubes,
llevando mi pensamiento.
Aymé Rodríguez Morán, Foto: Mileidy Morán García