El Malecón es la avenida marítima más famosa de Cuba; con sus seis vías de carriles y una ancha acera, coronada por un muro, de concreto desnudo, que sirve de asiento a millares de personas que contemplan el mar azul, el paso de los buques, o el rostro amado de quien comparte un lindo momento al apreciar el ocaso.
El primer nombre del Malecón fue: Avenida del Golfo. Comenzó su proyección en 1819 cuando se puso en práctica el llamado “ensanche de extramuros” y encargaron el proyecto a don Francisco de Albear, el más grande ingeniero cubano de la época. El primer tramo de esta magnífica obra se comenzó el 6 de mayo de 1901 y fue avanzando bajo los mandatos de los diferentes gobiernos de la neocolonia, cada uno con el procedimiento propio del ingeniero a cargo. Se terminó en 1959 con la construcción del túnel de Calzada bajo el río Almendares , que determinó que se continuara el Malecón hasta enlazar con esa vía subterránea y después con la Quinta Avenida.
La riqueza arquitectónica del Malecón se expresa también en las antiguas edificaciones, la mayoría ahora en restauración, guardan la belleza de las columnas barrocas, adornadas con cabezas de animales, flores y plantas, de colores brillantes, que ni siquiera el intenso Sol logra desvanecer.
Muchos llegan a disfrutar del espectáculo marino, o sencillamente tomar el fresco de la noche. Otros pescan en los arrecifes. La mayoría deja correr el tiempo entre el tránsito de la avenida y los vendedores ambulantes.
En el verano, está el Carnaval, donde se mezclan razas y costumbres, paseos de carrozas y comparsas. Una gran fiesta popular que distingue a la capital en esos días de julio, donde los añejos tambores se unen a las modernas sonoridades del reguetón y la salsa. Recientemente, un tema musical, está siendo escuchado en la radio nacional e internacional, que ha alcanzado el top en las listas de éxitos «Hasta que se seque el malecón» de Jacob Forever.
Hace pocos años,fue construida la Tribuna Antiimperialista, símbolo de la resistencia del pueblo cubano contra las agresiones del gobierno de Estados Unidos; donde recién se levantó el Monte de las Banderas, frente a la antigua oficina de intereses de Estados Unidos, hoy embajada.
Es también asiento de algunos de los mejores hoteles capitalinos, entre ellos el emblemático Hotel Nacional, donde aún es posible encontrar los cañones que defendieron La Habana durante la colonia española.