Despedir a un padre desde el exilio.

El sábado 8 de enero del 2022 mi padre abandonó el plano terrenal y partió al lado de todas aquellas almas que le amaron en esta tierra y que partieron antes suyo. Vino a este mundo a enseñar, desde el amor y el cariño, sin ambiciones ni aspiraciones materiales, sólo la satisfacción de servir al resto. Nunca ostentó un título académico que le calificara, pero a su paso formó Licenciados, Másters y Doctores en educación. Dedicó toda su vida a formar y moldear otras, con la convicción de la responsabilidad que conlleva una de las profesiones más importantes de la sociedad, médicos, ingenieros, licenciados, arquitectos, albañiles, etc.., todo un arcoiris de actores sociales que siempre le recuerdan con cariño, porque la educación primaria marca siempre nuestras vidas.

Pocos de los que le conocieron en su entorno cercano escaparon de probar su sazón y hospitalidad en aquellos 16 metros cuadrados que tenía como vivienda en el barrio de Jesús María de la Habana Vieja, si era necesario, se le echaba más agua a la sopa.

Comenzó a trabajar desde niño, siempre obró con el ejemplo, la responsabilidad ante el trabajo y de hacerlo con calidad y dedicación. Siempre le recordaremos con ese marcado sentido del humor y los divertidos momentos que nos regaló en cuanta fiesta se apuntó, es por eso que me dieron las 2 de la madrugada visualizando fotos y vídeos familiares para poder recordarle como él quería, con mucha alegría.

Pensé que estaba preparado para este momento, pues partí de Cuba hace casi cinco años asumiendo que no volvería a abrazar a mis padres, pero, por más que me hiciera la idea no se puede uno imaginar ese dolor. Estas últimas semanas pedía a Dios todos los días para que le llevara a su lado y que no le hiciera vivir un calvario.

Sólo espero que pronto termine este sufrir de tantos hermanos cubanos condenados a estar lejos de nuestras familias y nuestra tierra.

Dejé esta carta a mis padres antes de partir, y hoy quiero compartirla:

La Habana 22 de Febrero de 2017

Si están leyendo estas líneas es porque logré el inicio de mi nueva etapa, el exilio. Sé que suena
feo, duro y triste pero esa será mi condición, el viaje no tiene retorno hasta tanto los años logren
cambiar la situación de mi patria. Dios sabe cuánto luché y para que la justicia hablara más alto,
pero no lo conseguí. No puedo continuar viviendo con el susto de comprar en una tienda con un
billete y resulte ser falso porque fui timado y luego termine preso días en una estación de policías
porque tengo un título de estafador. Mi hermana es testigo de que llegué hasta el final, que no me
detuve aunque desde el inicio sabía que se volverían a reír en mi cara.

Me cansé de bajar la cabeza y de TANTOS NO por respuesta, ya me duele la frente de chocar con
muros. De continuar en este país, que tanto amo, volveré a pasar días tras las rejas y si eso vuelve
a ocurrir prefiero terminar con mi vida, mis hijos no pueden pasar nuevamente por esa situación.
Para muchos es muy fácil juzgar a los que toman esta decisión que hoy asumo, dejar tantas cosas
atrás, por dinero, por comodidades. Todo eso es banalidad, no busco eso, busco mi libertad
espiritual y física, no sé si se han dado cuenta pero este proceso que inició en 1959, fue poco a
poco convirtiéndose en un régimen totalitario y dictatorial que ha dado poder a un gran puñado
de gente para someter y acabar con vidas por razones muy diversas, placer, codicia, poder,
perversidad.

No pude despedirme debidamente de mis hijos, mis padres, mi hermana, mis sobrinos, mi TaTa,
mi suegra, el nudo en la garganta ya es grande, la lista es enorme no sé si terminaría.
Mis viejos, los seguiré amando hasta mis últimos días, ojalá pueda volver a besarlos y abrazarlos
un día no lejano.
Flaca de que voy a darte un buen apretón, de eso no me queda duda, cuida bien de esa loquita y
de la vieja, que se ponga linda que seguro pronto le dan un pasaporte español y se da un
brinquito.

Suegra, acaba de pintarte el pelo que estás en candela.
Tatica, el baño en la ducha te lo voy a deber. Sigue resistiendo porque me quedas debiendo una
comidita rica y te la voy a cobrar, aunque tenga que ser en mi cocina y con mis ingredientes.
Les pido disculpas a todos pero, saben que mi locura provocada difícilmente sea curada y tuve que
actuar en total silencio y extremando todas las medidas porque como ya lo dijo nuestro apóstol:
En silencio ha tenido que ser, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas…

Que no sea Adiós, que sea un hasta pronto.
Besos muchos, abrazos, más.

Ahmed Rodríguez Pando.

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